Cuando empezamos a explorar las opciones de implantes dentales, esperamos cierto tipo de lenguaje: restauración, estructura, curación. Estas palabras nos resultan familiares, aunque el proceso sea nuevo. Pero de vez en cuando, algo inesperado entra en la conversación. Una frase que no suena como las demás. Elevación de seno. Es un término que suele caer en dos oleadas. Primero llega la confusión: ¿Qué es eso exactamente? Y entonces, una vez que empieza la explicación -una vez que oyes que se trata de añadir hueso debajo de la cavidad sinusal para sostener un implante-, se produce una segunda oleada. Esta vez no es confusión, sino algo más parecido a la incredulidad. Muchas personas se sorprenden al saber que el camino para restaurar una sonrisa podría incluir sus senos paranasales. No es lo que imaginaban cuando pensaron por primera vez en un implante dental. Sin embargo, para algunos forma parte del proceso, especialmente cuando la pérdida de hueso ha remodelado la mandíbula con el paso del tiempo.
Pero no todos los implantes siguen el mismo camino. No todas las soluciones requieren ese tipo de rodeo. Los miniimplantes dentales suelen trabajar con el hueso que usted tiene, de forma más sencilla, directa y sin los pasos añadidos que algunos esperan.
¿Qué es la elevación de seno?
Una elevación de seno es un procedimiento quirúrgico que hace espacio para implantes dentales en el maxilar superior trasero cuando el hueso natural no es lo bastante profundo o denso. También se denomina aumento de senoEl tratamiento se centra en la zona situada justo encima de los molares y premolares, donde la mandíbula se asienta más cerca de la cavidad sinusal.
Comenzamos haciendo una pequeña incisión en el tejido gingival cerca de los dientes posteriores. A través de esta abertura, accedemos al hueso que bordea el seno. A continuación, elevamos con cuidado la fina membrana que recubre la cavidad sinusal, creando un espacio entre el suelo del seno y el hueso maxilar. Material de injerto óseo se coloca en esta zona, formación de los cimientos para la futura colocación de implantes.
A lo largo de varios meses, el material injertado se fusiona con el hueso natural. Esta integración aumenta la altura y la resistencia del hueso, creando un lugar estable donde los implantes pueden anclarse con seguridad.
¿Cuándo es necesaria una elevación de seno?
Los pacientes que reciben implantes dentales tradicionales suelen necesitar una elevación de seno. Estos implantes tienen unos 5 milímetros de diámetro y necesitan una cantidad considerable de hueso para un soporte adecuado. En la mandíbula superior trasera, esto puede ser un reto. El hueso en esta zona es a menudo más delgado para empezar, y cuando se ha deteriorado aún más, la colocación del implante se vuelve mucho más compleja. Una elevación de seno crea el espacio y la estructura necesaria para anclar estos implantes más grandes cuando el hueso por sí solo no puede proporcionar.
La pérdida de hueso es la razón más común para necesitar este procedimiento. Tras la pérdida de un diente, la mandíbula de esa zona deja de recibir la presión de la masticación. Sin esa estimulación diaria, el cuerpo empieza a reabsorber el hueso. Con el tiempo, la cresta se adelgaza y la altura necesaria para sostener un implante desaparece gradualmente.
La enfermedad de las encías acelera este proceso. La infección periodontal rompe los tejidos que rodean los dientes y erosiona el hueso que antes los sujetaba. En el maxilar superior, donde el hueso ya es menos denso que en el inferior, esto puede provocar una pérdida significativa en un periodo relativamente corto.
Para otros, el tiempo es el factor decisivo. Pasar años sin sustituir la raíz de un diente perdido permite que la mandíbula se deteriore gradualmente, haciendo que los cimientos sigan debilitándose.
Cómo funcionan los miniimplantes con densidad ósea limitada
Miniimplantes dentales a menudo eliminan la necesidad de elevaciones de seno o injertos óseos. Esto es posible por dos razones fundamentales: su diámetro reducido y su diseño autorroscante.
En primer lugar, los miniimplantes son significativamente menor que los implantes convencionales, ya que miden menos de 3 milímetros de diámetro. Su escasa anchura les permite encajar en zonas donde el hueso disponible podría no ser lo bastante grueso para alojar un implante estándar. Esto permite colocar implantes en zonas anatómicamente difíciles, como el maxilar superior trasero, sin alterar el seno ni injertar hueso adicional.
En segundo lugar, los miniimplantes dentales suelen ser autorroscantes, lo que significa que se insertan directamente en el hueso durante su colocación sin necesidad de procedimientos previos de roscado. Los implantes tradicionales suelen requerir una osteotomía completa, un procedimiento quirúrgico que implica una amplia remodelación del hueso. En cambio, los miniimplantes tienen un diseño roscado que talla y compacta el hueso con una preparación mínima de la zona. Al compactar el hueso en lugar de extraerlo, esta técnica conserva una mayor parte de la estructura existente y mejora la estabilidad primaria, lo que los hace ideales para zonas con densidad ósea limitada.
Al combinar una huella más pequeña con un método de colocación que preserva el hueso, los miniimplantes dentales ofrecen una alternativa fiable en zonas donde la cirugía implantológica tradicional requeriría una preparación más invasiva.
Descubra un camino más sencillo hacia la sustitución dental
Si le han dicho que no tiene suficiente hueso para colocarse implantes dentales, puede que tenga más opciones de las que cree. Los miniimplantes dentales ofrecen un camino menos invasivo para restaurar su sonrisa, a menudo sin procedimientos quirúrgicos complejos. Concertar una consulta gratuita con el Dr. Coolican hoy mismo para explorar un plan de tratamiento que funcione para usted.
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